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La ciencia ante el desafío de la #COVID19 (DÍA 1)

SARSCoV2: impacto en la salud de un nuevo virus pandémico

Un buen grupo de alumn@s asistentes al Curso de Verano «La ciencia ante el desafío de la COVID19», del 22 al 24 de julio de 2020 en El Escorial.

La primera intervención ha sido de Albert Bosch, presidente de la Sociedad Española de Virología (SEV) y director del Laboratorio de Virus Entéricos de la Universidad de Barcelona.

Ha explicado su investigación sobre la detección de virus en aguas residuales. Hay virus que se transmiten por heces en humanos (transmisión fecal-oral), como los enterovirus, polio, hepatitis A y E, norovirus, rotavirus, adenovirus, … Normalmente son virus desnudos, sin envoltura, muy estables en el ambiente.  Pero también hay otros virus, que no se trasmiten por vía fecal-oral, pero que puede ser excretados por la heces en humanos, como influenza, coronavirus, ébola, … Estos suelen ser virus rodeados con una envoltura lipídica, más frágiles y menos estables en el ambiente. El SARSCoV2 aunque pierde su infectividad en el tracto intestinal, es excretado en las heces (en biología siempre hay excepciones, y hay al menos un par de artículos que describen algún caso de virus recuperados a partir de heces que seguían siendo infecciosos). Sabemos que el virus puede resistir en superficies desde unas pocas horas en aluminio hasta varios días en plásticos (Referencias 1 y 2), y que pueden inactivarse fácilmente con alcohol, lejía, luz UV-C, altas temperaturas y en algunos rangos de pH. El tratamiento con ozono no es efectivo para reducir o inactivar el coronavirus.

Teniendo en cuenta todo esto, en su laboratorio han puesto a punto una técnica de concentración de aguas residuales y detección de virus por RT-PCR. Han analizado muestras de dos estaciones de depuración de aguas residuales del área de Barcelona, que representan a unos 5 millones de personas. Han empleado como dianas para la RT-PCR cinco regiones del SARSCoV2 (los genes IP2, IP4, E, N1, N2 -las tres primeras dianas han funcionado mejor-). Fueron capaces de detectar el virus en muestras del 31 de marzo de 2020. En un estudio retrospectivo con muestras congeladas detectaron el primer positivo el 15 de marzo. El primer caso confirmado en Barcelona es del 15 de febrero, lo que demuestra que esta técnica es muy útil y sensible para la detección temprana del virus, antes incluso de que se manifieste de forma clínica (Referencia)

El análisis de las aguas residuales es un buen sistema de alerta temprana y predicción de la presencia del virus

Además, se correlaciona la detección del virus con las épocas de confinamiento (no se detecta) y con la desescalada (vuelve a detectarse). Curiosamente, en su estudio con la colección de muestras congeladas fueron capaces de obtener un resultado positivo en una muestra del 12 de marzo de 2019, con todos los controles adecuados. Desgraciadamente no fue posible secuenciar el fragmento amplificado. En Italia ya se había detectado el virus en muestras ambientales en diciembre 2019, varios meses antes de que se detectaran los primeros casos clínicos en ese país. Todo esto lo que pone de manifiesto es la importancia de esta técnica y que no podemos descartar que en los próximos meses aparezcan datos similares que demuestren circulación del virus mucho antes de los primeros casos detectados a finales de diciembre de 2019 en China.

Por su parte, Pedro Alonso, Director del Programa Mundial de Malaria de la OMS, nos ha hablado del desafío que supone la pandemia de COVID19 en el contexto de la salud global, una interesante charla que yo me permito titular como “De los brotes de mi pueblo a la visión global”. Repasando la historia de otras pandemias, vemos como la COVID19 no es nada nuevo, y que nos enfrentamos a los mismos retos que otras veces. A diferencia de otras enfermedades, como las cardiovasculares, neurodegenerativas o el cáncer, solo las enfermedades infecciosas pueden causar una disrupción global, un caos total y cambiar el rumbo de la historia de la humanidad.

Comparación entre malaria en 1914, gripe en 1918, y COVID19 en 2020.

Alonso ha explicado que la declaración de Emergencia Sanitaria Mundial (que hizo la OMS el 30 de enero) es en realidad la máxima calificación de emergencia posible. Es por tanto un hecho más relevante e importante que la declaración de Pandemia (que se hizo el 11 de marzo), ya que “Pandemia” solo hace referencia a su distribución global. Los datos muestran que a nivel global la pandemia se está acelerando y que quizá solo estamos al principio

(Fuente: OMS)

Es muy preocupante lo que pueda pasar en África, donde podemos estar al principio de una hecatombe, no solo por las muertes directas que cause el coronavirus sino por las muertes indirectas debidas a la disrupción del sistema sanitario. Preocupa cómo afectará la pandemia a otros programas de salud global, cómo se comportará como un cofactor junto con malaria, VIH y tuberculosis. Según algunos modelos predictivos, se estima que el número de muertes por malaria aumenten al doble como consecuencia indirecta de la pandemia, que puede causar el colapso del sistema sanitario, disminuir el acceso a la atención médica, o simplemente reducir la asistencia al centro sanitario, algo que puede tener consecuencias desastrosas en África. En la epidemia de ébola de 2014 al final falleció más gente por el aumento del número de casos de malaria que por el virus ébola.

Las enfermedades infecciosas, a diferencia de las cardiovasculares, neurodegenerativas o el cáncer, pueden causar una disrupción global

Durante la mesa redonda se ha unido al debate José Manuel Echevarría, Ex-Director del Área de Virología del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III. 

En la mesa, de izquierda a derecha: JM Echevarría, Victor J Cid, Pedro Alonso. En pantalla: Albert Bosch.

Algunas ideas que se han comentado han sido:

i) Los virus respiratorios no desaparecen en verano, baja su circulación, pero no desaparecen.

ii) El estudio de seroprevalencia en España ha sido modélico, pero ¡ojo! no tiene en cuenta la importancia de la inmunidad celular, que todavía no está clara.

iii) Falta una definición clara y común sobre qué es un caso de COVID19, para que no haya polémica con las datos, y existe un problema para comparar los datos de distintos partes del mundo e incluso dentro de España. Se necesitan soluciones técnicas para el manejo y análisis de los datos.

iv) Sobre el origen del SARSCoV2, no hay duda de su origen natural, no es fruto de la ingeniería genética y es probable que circulara mucho antes de diciembre de 2019 de forma asintomática. Es un virus respiratorio muy bien adaptado al ser humano, no como el SARSCoV1, lo que sugiere que lleva con nosotros de forma natural mucho tiempo.

v) ¿Qué puede ocurrir en el futuro? Quizás (es más una esperanza que una certeza) en un año y medio o dos años se consiga cierta inmunidad de grupo que junto con alguna vacuna, haga que la COVID19 acabe siendo un virus respiratorio más de la lista de virus que nos visitan todos los años, con una cuota de mortalidad “aceptable” socialmente, no como ahora. ¿Qué hacer mientras para gestionar este proceso? Dudas.

Todos los comentarios escritos en esta entrada del blog son responsabilidad personal mía y no deben ser tomados como citas literales de los participantes en el curso. Puede haber errores de interpretación que asumo personalmente.


Ya está disponible en YouTube el vídeo del primer día:


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