El “ébola de los olivos” llega a España
En 1889, los viticultores californianos
observaron cómo sus vides se morían. A finales del verano, cuando las
condiciones climáticas eran cálidas y secas y las plantas sufrían estrés por la
sequía, los tallos se marchitaban y ocurría una prematura defoliación. Algunas
vides no producían ningún fruto, o muy pocos y de muy baja calidad que
rápidamente se marchitaban. Las plantas enfermas presentaban clorosis y
decoloración en los márgenes de las hojas. Algunos viñedos perdían sus hojas,
pero no los peciolos, estos permanecían unidos a la planta. El Departamento de
Agricultura de los EE.UU. encargó al botánico Newton B. Pierce que buscara una
solución contra esta nueva plaga. Poco pudo hacer el experto, pero desde
entonces se conoce como la enfermedad de
Pierce.
Se sabe poco de esta enfermedad, pero hoy
sabemos que está causada por una bacteria Gram-negativa, Xylella fastidiosa, también conocida como “el ébola del olivo”. Y es que Xylella tiene una amplia gama de
huéspedes y puede infectar a más de 300 plantas distintas. No solo ataca a los
viñedos, sino que puede acabar con el olivo, ciruelo, melocotón, almendro,
naranjo, limonero, higuera, café y algunas plantas ornamentales como adelfa, romero, lavanda o acacia, y muchas más. En algunas plantas no produce síntomas, actúa como comensal sin efecto nocivo.
Xylella fastidiosa (Gram-negativa, Gamma-proteobacteria del grupo de las Xanthomonas, en el interior de vasos del xilema en una plata de café, 9.200 aumentos. Xylella fastidiosa fue el primer patógenos vegetal cuyo genoma fue secuenciado. (http://www.citrolima.com.br/xylella/enxylella4.htm)
Hay distintas cepas y variedades de Xylella fastidiosa que muestran cierta
especialización o preferencia por ciertos huéspedes. Se conocen hasta seis subespecies, con cierta preferencia de huésped: fastidiosa (en el viñedo), multiplex (en nogal y otros cultivos), pauca (en cítricos, café, olivo), sandyi (en adelfa), morus y taskhe. El apellido ya te da una
idea de que su control puede ser un problema, aunque lo de fastidiosa es porque es difícil cultivarla en el laboratorio
(durante un tiempo se pensó que el agente causante de la enfermedad de Pierce era un virus).
Mira cómo avanza una colonia de Xylella fastidiosa sobre la superficie de una placa de agar nutritivo (Fuente: http://web.pppmb.cals.cornell.edu/hoch/movies/)
Esta bacteria es capaz de sobrevivir y
multiplicase en los conductos que transportan el agua y nutrientes (el xilema) en las plantas leñosas. La
bacteria obstruye los vasos y asfixia la planta. Los síntomas pueden ser muy
variables, cada especie vegetal puede tener síntomas distintos, pero en general
se pueden confundir con el estrés hídrico: marchitez, decaimiento, caída de
hojas y tallos, clorosis, necrosis marginal y moteado de las hojas y finalmente muerte de toda la
planta.
Olivo infectado por la bacteria Xylella fastidiosa.
La bacteria se transmite de forma natural de
una planta a otra a través de insectos picadores-chupadores vectores muy comunes, como cicadélidos (chicharritas y saltahojas) y
cercópidos (cigarras y pulgones), que se alimentan de savia y contagian la
bacteria a través de su saliva. La bacteria puede infectar a los insectos
durante toda su vida, aunque no parece que haya transmisión transovarial de la
bacteria a la descendencia (transmisión vertical). También, la bacteria puede
transmitirse a larga distancia y viajar de país a país a través del comercio y transporte de material vegetal infectado. Por eso, es
MUY IMPORTANTE extremar las precauciones en cuanto al comercio de material
vegetal, que debe proceder siempre de productores autorizados y con pasaporte
fitosanitario.
Philaenus spumarius,
insecto vector de la bacteria Xylella
fastidiosa.
Desgraciadamente no existe ninguna cura contra esta enfermedad, ningún tratamiento
químico o fitosanitario contra la bacteria o sus vectores. Si se identifica la enfermedad, las plantas afectadas deber ser removidas,
destruidas y eliminadas para limitar la propagación del patógeno a las
plantas sanas. Y establecer un sistema de vigilancia de varios kilómetros a la
redonda para evitar rebrotes de la enfermedad. No hay otra. El impacto económico de la enfermedad
puede ser millonario, y afecta no solo a la destrucción de las plantas
infectadas sino también al comercio de productos vegetales. El control de la
enfermedad es MUY difícil, debido a la diversidad de plantas y vectores que
intervienen.
La bacteria está muy extendida en el continente americano, y
recientemente se ha detectado también en
Europa. Parece ser que el clima invernal es un factor importante para
delimitar la extensión geográfica de la bacteria. Las temperaturas bajas en
invierno pueden eliminar el patógeno, e inviernos suaves y húmedos que
favorezcan la supervivencia de los insectos vectores puede hacer que la
enfermedad se extienda en regiones con veranos secos. La enfermedad se declaró
por primera vez en el sur de Italia en octubre de 2013 en cultivos de olivos.
También se ha detectado en adelfas y almendros próximos a los olivos afectados.
Se ha sugerido que la bacteria fue introducida en Italia desde Centroamérica a
través de la importación de plantas de café. En California ha afectado sobre todo a los viñedos, en Brasil a los cítricos y en Italia al olivo.
Después, se detectó en julio de 2015 en Francia, en junio de
2016 en Alemania y desde octubre de 2016
en España (en las islas Baleares, en almendros, olivos, adelfas y otros cultivos). El pasado mes de junio se detectó en la península, en Alicante (en almendros) [enlace].
Xylella fastidiosa ha llegado a España, y tenemos un problema, un problema muy serio. Seguro que volverás a oír de esta fastidiosa y puñetera bacteria.
Para más información:
– Sobre la situación de Xylella fastidiosa en la Unión Europea [enlace]
– Sobre las medidas a adoptar por la Unión Europea [enlace]
– Sobre el control de Xylella fastidiosa, de la Unión Europea [enlace]
– Del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente [enlace]
En Jaén estamos a la expectativa, dependemos del cultivo del olivar del que llevamos viviendo generación tras generación. Esperemos que se encuentre una solución pronto. Confiamos en la industria fitosanitaria.
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