El virus que resetea el sistema inmune

La vacuna contra el
sarampión reduce también la mortalidad infantil frente a otras infecciones

El sarampión en una
de las enfermedades infecciosa más contagiosas que existe (ver ¿Cuál es la enfermedad más contagiosa? en microBIO). Cuando el virus del sarampión te
infecta te causa una inmunosupresión (una disminución de tus defensas) que te
predispone a que puedas infectarte con otros patógenos oportunistas. Una
infección oportunista está causada por un patógeno que normalmente no afecta a
las personas sanas con un sistema inmune normal, pero que cuando el sistema
inmune está débil aprovechan la “oportunidad” para causar una infección, por
eso se llaman “oportunistas”. La inmunosupresión que causa el virus del
sarampión puede durar desde unas semanas hasta meses. Esta inmunosupresión es
la razón de que la mortalidad por sarampión esté causada típicamente por
infecciones secundarias por otros patógenos del tracto respiratorio o
digestivo
.

El mecanismo
concreto por el que el virus del sarampión causa esta supresión del sistema
inmune no es del todo conocido. De hecho lo paradójico es que la fase aguda de
la enfermedad está asociada con una supresión del sistema inmune pero con una
activación e inducción de una potente respuesta inmune específica contra el
virus del sarampión que resulta en una inmunidad de por vida. Es decir, que por
un lado el virus del sarampión te disminuye tus defensas (y por eso te puedes
infectar más fácilmente con otros patógenos), y por otro causa una respuesta
inmune específica tan potente que hace que quedes protegido contra este virus
de por vida, el sarampión solo se pasa una vez. No me negarás que es
paradójico.

Un trabajo recién
publicado en la revista
PNAS (1) demuestra que este efecto inmunosupresor del
sarampión puede llegar a durar entre 2 y 3 años. Los autores han empleado datos
epidemiológicos poblacionales de Inglaterra, Gales, Estados Unidos y Dinamarca,
y han encontrado que la incidencia de enfermedades infecciosas mortales
distintas del sarampión está relacionada con la misma incidencia del sarampión.

Incidencia
del sarampión y mortalidad infantil debido a enfermedades infecciosas distintas
del sarampión en Inglaterra, Gales, Estados Unidos y Dinamarca. La línea
vertical indica el año en el que comienza la vacunación contra el sarampión.
Fuente: referencia (
1).

La mortalidad
infantil por enfermedades infecciosas distintas del sarampión se reduce
significativamente después de las campañas de vacunación masiva contra el
sarampión.

O sea que las
secuelas que deja el sarampión influye en las fluctuaciones que hay de las
muertas causadas por otros patógenos distintos del sarampión. Estos resultados
eran además específicos de la vacunación contra el sarampión, como demuestra el
hecho de que no se encontró ninguna correlación entre la vacunación contra la
tos ferina y la reducción de la mortalidad por otras enfermedades infecciosas
distintas.

Estos resultados
son consistente con la hipótesis de que el sarampión produce una inmunosupresor
por reducir la población de linfocitos B y T
, las células del sistema inmune. Según
los autores, el aumento de la infección por el virus del sarampión puede estar
relacionado con más de la mitad de las muertes infantiles por otras
enfermedades infecciosas. La reducción de la incidencia del sarampión es el
principal factor para reducir la mortalidad infantil por infecciones.

La vacuna contra el
sarampión no son solo previene esta enfermedad, sino que también reduce otras enfermedades
infecciosas mortales.

La vacuna contra el
sarampión se introdujo hace unos 50 años y ha originado una reducción
significativa de la morbilidad y mortalidad infantil
. El control del sarampión
es reconocido como uno de los mayores éxitos de salud pública mundial. A pesar
de esto, el sarampión continúa siendo responsable de cientos de miles de
muertes al año en el mundo. Las campaña de vacunación han llegado a reducir la
mortalidad infantil hasta en un 90% en algunos países. Esta reducción no se
explica únicamente por la prevención del sarampión sino porque la vacuna reduce
también la incidencia de otras infecciones
. El virus tiene un efecto
inmunosupresor que hace al huésped más susceptible a otras infecciones. 
La reducción de la
mortalidad por las infecciones que causa la vacuna del sarampión puede llegar a
durar los primeros cinco años de vida. Por eso, esta vacuna está relacionada
con una reducción de todas las infecciones mortales infantiles.

Todo esto concuerda
con los resultados de otros autores (2) que demuestran que la infección por el
virus del sarampión provoca un perdida de las células memoria del sistema
inmune adquiridas previamente, mientras que la vacunación previene este
efecto. La infección por sarampión produce un recambio de las células
memoria anteriores por linfocitos específicos contra el sarampión, lo que
resulta en una especie de amnesia inmune contra otros patógenos distintos del
sarampión. Esta “limpieza” de la memoria inmunológica que causa la infección
por sarampión es la responsable de que aumente la susceptibilidad a los
patógenos “oportunistas” que deberían ser controlados por un sistema inmune
“sano”.

En conclusión: estos
trabajos demuestran que la vacuna contra el sarampión reduce el número de
muertes infantiles por otras enfermedades infecciosas y refuerzan la
importancia de las campañas de vacunación masiva contra el sarampión
. ¡Las
vacunas funcionan!

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(1) Long-termmeasles-induced immunomodulation increases overall childhood infectious disease mortality. Mina, J. M., et al. 2015. Science. 348 (6235): 694-699. DOI: 10.1126/science.aaa3662

(2) Measles immune suppression: lessons from the macaque model. de Vries, R. D., et al. 2012. PLoS Pathog 8 (8): e1002885. DOI: 10.1371/journal.ppat.1002885

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