Recientemente se ha celebrado en L´Hospitalet de
Llobregat (Barcelona) el XXIV Congreso
Nacional de Microbiología de la Sociedad Española de Microbiología (SEM).
Tuve el gusto de organizar y moderar, junto con Manuel Sánchez Angulo (@ManoloSanchezA), el simposio “Microbiología y periodismo: una relación
simbiótica”, del grupo D+D (Docencia y Difusión de la Microbiología).
Tuvimos la suerte de contar con un cartel de primera: Cristina
Ribas (@cristinaribas), Presidenta de la Asociación Catalana de
Comunicación Científica (ACCC); José
Antonio López Guerrero, más conocido en los ambientes como JAL
(@JALGUERRERO), Profesor Titular
de Microbiología del Departamento de Biología Molecular de la Universidad Autónoma
de Madrid y Director de Cultura Científica del CBMSO; Mercè Piqueras(@lectoracorrent), escritora y
editora científica de International
Microbiology; y el mismo Manuel Sánchez Angulo, Profesor de Microbiología del Departamento de Producción Vegetal y Microbiología de la Universidad
Miguel Hernández, bloguero y responsable de las cuentas de Facebook, Twitter y Scoop.it de la SEM.
Cristina Ribas habló sobre “Comunicación de la ciencia en el siglo XXI: de la divulgación a la
participación social de la ciencia”: el conocimiento es público y la
ciencia necesita debate. El diseño de la
investigación debe incluir la opinión de los ciudadanos. Presentó
iniciativas como patientslikeme un
portal web que pone en contacto pacientes, profesionales de la salud y
laboratorios, y que han conseguido iniciar determinados ensayos clínicos que
les interesaban a los propios pacientes. Según Cristina, hay que dar un nuevo
enfoque a la comunicación científica, el 2.0 de la comunicación, poniendo al
mismo nivel a los ciudadanos y a los científicos. La educación científica
no debe ser paternalista. La ciencia debe estar al servicio de la gente, nos
debe capacitar para cambiar el mundo, el conocimiento nos hace más libres y las
opiniones deben estar basadas en hechos.
Por su parte, la presentación de JAL fue sobre “La divulgación científica desde la poyata
del laboratorio”. Recordó datos de la FECYT sobre el nivel
cultural científico de España, que está a la cola del de Europa; los médicos y los científicos
son los profesionales más valorados; y a la gente (además del futbol) le
interesan los temas de medicina y salud, energía y medio ambiente. Un problemas
es que los mismos científicos no tienen suficiente cultura científica y si no actuamos la pseudociencia llenará
el espacio que deja la ciencia. Según JAL, todo el mundo tiene derecho a expresarse pero no a opinar: hay
mucho charlatán y pseudocientífico. Pidió también que se evalue la actividad
divulgativa del científico. Sin Ciencia -y su comunicación social-, ¡No hay
futuro!
Manuel Sánchez con su ponencia “Sensacionalismo y microbios: ¿ausencia de malicia o primera plana?»
nos ilustró con recientes ejemplos de “prensa amarilla” científica. Nadie
lee el segundo párrafo y al periódico le interesan los titulares, la
inmediatez: el periódico de hoy sirve para envolver el bocadillo de mañana.
Puso en entredicho muchos titulares y personajes, y nos hizo preguntarnos cómo compaginar un buen titular que
enganche al púbico con la exactitud y el rigor científico.
Para cerrar las intervenciones, Mercè Piqueras nos habló sobre “Comunicar, pero comunicar bien.
Sin mensajero no hay mensaje”. ¿Quién
debe comunicar?: el que sepa hacerlo. Puso algunos ejemplos como el Master
de Comunicación científica, médica y ambiental de la Pompeu Fabra, para periodistas
y científicos, el Campus
Gutemberg, las TED talks, o el concurso FameLab, … En las carreras de ciencias no se estimula para la comunicación, no se
enseña a comunicar. Todo se puede divulgar, pero hay que saber hacerlo, sin aburrir
y manteniendo el rigor. Animó a que los científicos, los que puedan y sepan
hacerlo, dediquen parte de su tiempo a la comunicación y divulgación, actividades que deben ser
evaluables. También recordó que a veces los errores en la presa,
salen de los mismos gabinetes de prensa de las propias universidades.
Conclusión: hay mucha simbiosis!. Desgraciadamente no
hubo mucho tiempo para el debate, pero puede continuar después del Congreso
gracias a lo que ya se mencionó: las redes sociales. Muchas gracias a todos y
seguimos!