El dragón de Komodo

Quizá la sangre del dragón de Komodo pueda salvar vidas

Te lo cuento en este vídeo de la serie “Los microbios en el museo” #microBIOscope:

Algunos reptiles pueden ser excepcionalmente grandes. Los varanos son un tipo de lagartos que
pueden llegar a pesar más de 70 kg y medir más de 2-3 metros. Un tipo de varano
es el dragón de Komodo (Varanus komodoensis), unos lagartos
gigantes que viven en la isla de Komodo en Indonesia.

Dragón de Komodo

Los dragones de Komodo son carnívoros. Aunque se alimentan fundamentalmente de carroña,
también atacan presas vivas. Se han documentado casos de dragones de Komodo
derribando cabras, jabalíes, ciervos y hasta búfalos de agua. Algunas de sus
presas más pequeñas pueden incluso tragárselas enteras.

Hace años se analizó la saliva
de varios dragones de Komodo salvajes, y se encontraron 29 tipos de bacterias
Gram positivas y 28 Gram negativas. Algunas de estas bacterias eran
especialmente virulentas. Se había observado que las heridas producidas por el
dragón de Komodo en sus presas a menudo están asociadas con sepsis e
infecciones subsecuentes. Por eso, se pensaba que los mordiscos infligidos por
estos reptiles eran propensos a infectarse debido a las bacterias de su boca,
lo que podría acelerar la muerte de sus presas.

Sin embargo, recientemente se ha demostrado la presencia de glándulas de veneno en la mandíbula
inferior en estos reptiles, lo que sugiere que los dragones de Komodo poseen
una mordedura venenosa. Se ha comprobado que este veneno contiene varias
proteínas tóxicas diferentes que pueden inhibir la coagulación de la sangre,
bajar de la tensión arterial, y producir parálisis muscular, lo que
llevaría  al muerte de sus presas.

Glándulas en la mandíbula del dragón de Komodo (Referencia)

Curiosamente, a pesar de la presencia de gran cantidad de
bacterias patógenos en la saliva, los dragones de Komodo nunca enferman por
ellas. Una de las hipótesis para explicar este echo es que la saliva y la sangre
de estos reptiles contenga sustancias antimicrobianas que les proporcionen
inmunidad. Por eso, un grupo de investigadores han analizado la sangre de dragones de Komodo
buscando este tipo de sustancias y han identificado 48 péptidos antimicrobianos nunca descritos hasta ahora. Estos
péptidos suelen tener unos pocos aminoácidos y pueden formar poros que
desestabilizan las membranas de bacterias patógenas. Además, tiene una amplio
espectro antibacteriano, son activos frente a bacterias Gram positivas y negativas,
y suele ser más difícil que aparezcan bacterias resistentes frente a ellos. Por
eso, los péptidos antimicrobianos son una buena alternativa frente a los
antibióticos y al problema de las resistencia a los antibióticos.

Los péptidos antimicrobianos desestabilizan las membranas de las bacterias.

Ahora, un grupo de investigadores han diseñado y sintetizado
en el laboratorio un péptido basado en uno de estos péptidos aislados en la
sangre de un dragón de Komodo. Este nuevo péptido sintético, denominado
DRGN-1, lo han ensayado como agente
bactericida. Han comprobado que este péptido DRGN-1 no solo tiene una potente
acción antimicrobiana frente a bacterias Gram positivas y negativas, si no que
también inhibe la formación de biofilms o biopelículas que favorezcan la
adhesión de bacterias patógenas como
Pseudomonas
aeruginosa
y Staphylococcus aureus.
Además, este péptido tenía propiedades cicatrizantes o curativas de heridas.
Los autores sugieren que este péptido DRGN-1 podría emplearse como una agente
tópico para el tratamiento de heridas infectadas.

Buscar nuevas sustancias antimicrobianas en este tipo de
grandes reptiles es una línea de investigación muy interesante. Sabemos que la proliferación de bacterias resistentes a
los antibióticos
es un problema real muy importantes. Se calcula que cada
año fallecen en el mundo unas 700.000 personas por infecciones causadas por
este tipo de bacterias para las que ya no tenemos antibióticos efectivos. La
OMS ya ha anunciado que la resistencia a los antibióticos será la nueva pandemia del siglo XXIy que para el año 2050 las muertes por esta causa pueden
superar a los muertos por cáncer. De nuevo, la solución puede estar en el
estudio de la biología de animales silvestres o salvajes. Por eso, es tan
importante preservar la biodiversidad: la ciencia al servicio de la naturaleza
y del ser humano. Quizá la sangre de dragón de Komodo pueda ayudar a salvar
vidas humanas.

Para saber más:

Komodo dragon-inspired synthetic peptide DRGN-1 promotes wound-healing of a mixed-biofilm infected wound. M C Chung E, y col. NPJ
Biofilms Microbiomes. 2017. ;3:9.

Con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) – Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (antes Ministerio de Economía, Industria y Competitividad)

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