Ada Lovelace, la primera programadora

Cada año, el segundo martes del mes de octubre se celebra el Día Internacional de Ada Lovelace, con el objetivo de promover el papel de la mujer en el campo de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM). Esta celebración pretende visibilizar, reconocer y apoyar a las mujeres que trabajan en alguno de estos ámbitos, e introducir a las mujeres más jóvenes en el mundo de la ciencia y la tecnología.

Pero, ¿quién era Ada Lovelace?

Ada Lovelace Byron vivió entre 1815 y 1852 en la Inglaterra victoriana. Era hija de Lord Byron, pero sus padres se separaron al poco de nacer ella y no tuvo mucha relación con el poeta romántico. Fue educada por su madre en un ambiente aristócrata y distinguido, de forma muy estricta. A los catorce años contrajo una enfermedad grave, probablemente sarampión, que le causó parálisis en las piernas y la obligó a guardar reposo durante un par de años, lo que hizo que dedicara largas horas al estudio y a la lectura.

En seguida comenzó su pasión por las matemáticas. Durante su juventud, madre e hija se relacionaban mucho con conocidos científicos e intelectuales ingleses como Michael Faraday, Charles Dickens o Mary Somerville, la matemática más famosa del país, que durante un tiempo fue su tutora y una gran influencia en su vida.

Con veinte años se casó lord William King, que con el tiempo fue conde de Lovelace, un aristócrata de una familia muy influyente en el país con quien tuvo tres hijos. A partir de ese momento, Ada siempre firmaría como Ada Lovelace.

Para muchos, Ada es considerada como la primera programadora de ordenadores. Conoció a Charles Babbage, otro matemático y científico británico que diseñó y desarrolló una calculadora mecánica capaz de calcular tablas de funciones numéricas. Babbage también diseñó, pero no llegó a construir, la que se denominó “la máquina analítica”, una calculadora mecánica que funcionaba sin la ayuda de un humano y que fuese programable para hacer cualquier tipo de cálculo matemático. 

Ada, fue la primera en intuir lo que el invento de Babbage significaba para el progreso tecnológico. Basándose en la tecnología utilizada en los telares, Ada describió con detalle las operaciones mediante las cuales unas tarjetas perforadas «tejerían» una secuencia de números en la máquina analítica de Babbage. Este código está considerado como el primer algoritmo específicamente diseñado para ser ejecutado por un ordenador, aunque nunca fue probado ya que la máquina nunca llegó a construirse. Sin embargo, de este modo Ada abrió camino a una nueva ciencia, la de la computación de la información.

Las ideas de Babbage y de Ada se publicaron en la revista Scientific Memoirs en 1843, bajo la firma de sus iniciales A. A. L., pero pronto se supo a quién correspondían. Su condición femenina perjudicó su trabajo y los científicos no se lo tomaron muy en serio. En la sociedad de su tiempo se pensaba que las mujeres no estaban hechas para estudiar los fundamentos de las matemáticas ni de otras ciencias. En 1953, aproximadamente cien años después de su muerte, sus notas fueron publicadas bajo su nombre real, se reconoció su aportación y que había creado el primer ejemplo de lo que más tarde se conocería como programación de computadoras o el primer software. 

En 1980 el Departamento de Defensa de los Estados Unidos creó el lenguaje de programación Ada, empleado en aeronáutica y gestión del tráfico aéreo, nombrado así en homenaje a Ada Lovelace. Al año siguiente, la Asociación de Mujeres en Informática inauguró su Premio Ada Lovelace, y desde 1998, la British Computer Society otorga la Medalla Lovelace, el premio más prestigioso en computación en el Reino Unido.

Aquí os dejo un video sobre Ada Lovelace, de la colección «La mujer en la ciencia» del Museo de Ciencia Universidad de Navarra, en colaboración con Women for Science & Technology:

                                                    (https://youtu.be/iNIFE685mHo)

Con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) – Ministerio de Ciencia e Innovación.

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