La viruela: una enfermedad erradicada, pero ¿cuándo destruimos los stocks del virus?

El 26 de octubre de 1977, se notificó el último caso de viruela (smallpox) contraída de manera natural, en Somalia (un joven de 23 años llamado Ali Maow Maalin). El 8 de mayo de 1980, la OMS declaró oficialmente la erradicación de esta enfermedad en el planeta. Sin embargo, siguen quedando stocks del virus de la viruela en algunos laboratorios, en concreto en el Centers for Disease Control and Prevention (Atlanta, EE.UU.) y en el State Research Centre for Virology and Biotechnology (Koltsovo, Rusia), y el debate de si se deben destruir o no las últimas cepas del virus continúa.

  Seis razones por las que se ha podido erradicar la viruela:

  1. sólo se pasa una vez (la infección proporciona inmunidad de por vida),
  2. la variabilidad del virus es mínima,
  3. no hay portadores del virus sanos sin síntomas,
  4. es de fácil diagnóstico,
  5. sólo infecta a humanos,
  6. el virus no se “esconde” en reservorios animales y no es transmitida por insectos o vectores.

En la 64 asamblea de la OMS de mayo de 2011, la mayoría de los delegados se reafirmaron en que los stocks del virus de la viruela deberían ser destruidos. Sin embargo, la fecha concreta en la que esto debería hacerse se ha pospuesto varios años a la espera de completar toda la investigación para el conocimiento del virus y el desarrollo de las herramientas necesarias para el tratamiento y control de una posible reaparición de la infección.

La reciente aparición (esta entrada está escrita en 2012) de casos de infección en humanos con el virus de la viruela de los monos (monkeypox) en la República Democrática del Congo ha reabierto el debate sobre esta infección.  Desde 1970 hasta 2005 se han notificado cerca de 90 casos humanos de infección por este virus, en zonas del Congo, oeste de África, Sudán y EE.UU. (en este último país todos los casos estaban asociados a la exportación de animales vivos desde África). Se ha comprobado además, que hay ciertas diferencias genéticas y de virulencia entre los virus monkeypox de estas regiones geográficas.

La viruela es exclusiva del ser humano, pero el virus de la viruela de los monos (un “pariente  próximo” del virus de la viruela humana) puede de manera esporádica y accidental infectar también al ser humano. La infección por monkeypox en humanos cursa de manera similar a la clásica viruela: fiebre, dolor de cabeza, aparición de pústulas por todo el cuerpo. Hasta el momento solo se han descrito tres muertes.

La cuestión que está en debate ahora mismo es si la persistencia en la naturaleza del virus monkeypox y su extensión por el mundo es posible ahora que llevamos más de 30 años sin viruela y sin vacunar a la población. Dicho de otra manera, es probable que cuando se vacunaba contra la viruela se protegiera también a la población contra la viruela de los monos. Ahora que la población ya no está vacunada, y no tiene defensas contra la viruela, ¿es posible un resurgimiento de la infección por este “pariente próximo”?  La erradicación de la viruela y el cese de la vacunación podrían haber abierto un “nicho inmunológico” que el virus monkeypox podría ocupar. Esto es lo que se plantean en una reciente revisión publicada en Trends in Microbiology.

Dos hechos son irrefutables, que la viruela ha sido erradicada como infección natural humana y que la vacunación a la población hace años que ha cesado. Además, la infección de humanos por el virus monkeypox está presente especialmente en el área del Congo. El cese de la vacunación contra la viruela ha sido un fenómeno universal que ha ocurrido en toda África desde antes de los años 80. Por el contrario, el resurgimiento de la infección por el virus monkeypox parece ser muy local, restringida sobre todo al Congo. Por ello, parece razonable considerar otros factores, además del cese de la vacunación, que podrían contribuir a este hecho, como puede ser el impacto regional del cambio climático y otros factores sociológicos y relacionados con el comportamiento humano.

Con estos datos, se demuestra que es necesaria más investigación y parece, por tanto,  oportuno retrasar la decisión de destruir totalmente los stocks del virus de la viruela, hasta que no sepamos bien las intenciones de sus “parientes próximos”.

Outbreaks of human monkeypox after cessation of smallpox vaccination.Reynolds, M.G., et al. 2012. Trends Microbiol. 20(2):80-87. doi: 10.1016/j.tim.2011.12.001

3 Comments

  1. La mayor preocupación no es la viruela de los monos, sino la posibilidad que exista algún lugar en el que se encuentren reservas del virus de la viruela humana y que éste se transforme en un nuevo foco infeccioso, ya sea por accidente o por un acto terrorista. El posible resurgimiento del virus no es algo que pueda ser minimizado.

Responder a Manuel Sánchez Cancelar la respuesta

Your email address will not be published.

Anterior

SCHMALLENBERG: nuevas técnicas genómicas para descubrir nuevos virus

Siguiente

Los virus son unos buenos tipos