No beses al sapo, … ni a la tortuguita: tienen Salmonella!

“Y la bella princesita le dio un beso al sapo que se
convirtió en un apuesto príncipe azul. Y fueron felices y comieron perdices”. Así
acabó el cuento.

No se si comieron muchas perdices, pero lo más probable es
que la princesita no fuera tan feliz y se cogiera una salmonelosis, y no por la
salsa mayonesa que acompañaba a las perdices. Besar un sapo, otros anfibios o
reptiles como las tortugas no es nada recomendable.

Se sabe desde hace ya varios años que algunos anfibios y
reptiles que la gente tiene en su casa como mascotas pueden trasmitir Salmonella,
la bacteria que causa la salmonelosis:
una gastroenteritis aguda que cursa con náuseas y vómitos, dolor abdominal, diarrea,
fiebre y escalofríos, dolor de cabeza y musculares, y en algunos casos sangre
en las heces (pobre princesita!). Los signos y síntomas de infección por Salmonella generalmente duran de cuatro a siete días, aunque puede tardar
varios meses para que tus intestinos vuelvan a la normalidad. En algunos casos,
la intoxicación por Salmonella puede incluso
resultar en complicaciones graves o potencialmente mortales. El uno por ciento
de los pacientes pueden quedar como portadores crónicos de la Salmonella.

Estas mascotas suponen un riesgo de infección especialmente
para niños pequeños, que tiene más probabilidad de llevarse a la boca los dedos
u otros objetos que pudieron haber entrado en contacto con los microbios. En
concreto, hay varios casos de infección transmitida por las tortuguitas de agua dulce.

Las tortuguitas se venden como mascotas ideales para los
niños.

Por ejemplo, el galápago de agua dulce Trachemys scripta, conocida como tortuga de orejas rojas. En EE.UU.
este tipo de tortuguitas están prohibidas como mascota desde 1975!.

Hace unos meses, el CDC (Centers for Disease Control and Prevention) realizó un estudio de un total de 132 casos de salmonelosis humana por la
bacteria Salmonella
Paratyphi B.  La media de edad de los
pacientes era de 6 años, y la mayoría habían tenido contacto con tortugas
pequeñas de agua dulce. En cinco de las peceras que guardaban las tortugas fue incluso
posible aislar la bacteria. Es un ejemplo concreto que ilustra que estas tortuguitas son una fuente de infección
humana de salmonelosis, especialmente en niños pequeños
. Recientemente se
han descrito también en EE.UU. ocho brotes de salmonelosis causadas por estas
tortugas, con un total de 391 afectados en 41 estados y que han supuesto hasta
63 hospitalizaciones (para más información). Se calcula que solo en EE.UU. de los 1,5 millones de casos de
salmonelosis que hay cada año, unos 74.000 son atribuidos a la exposición a
reptiles.

Estas cosas no solo ocurren en EE.UU. Son más frecuente de
lo que pensamos, y aquí en Europa y en España, por ejemplo, ya se han descrito
algunos casos (ver).

Estos ejemplos pueden
representar la punta del iceberg en cuanto al papel de estos reptiles en la
transmisión de
Salmonella. Se
deberían promover normativas específicas en los puntos de venta de mascotas así
como información y educación a las familias que pretenden comprar un animal de
este tipo.
No es recomendable este tipo
de mascota para los niños pequeños
que tiene un sistema inmune todavía en
desarrollo. Como siempre algo tan simple como enseñar a lavarse bien las manos
después de tocar las mascotas puede evitar que el príncipe azul sea en realidad
una
Salmonella.

Notes from the field: outbreak of salmonellosis associated with pet turtle exposures–United States, 2011Centers for Disease Control and Prevention (CDC). MMWR Morb Mortal Wkly Rep. 2012 Feb 3;61(4):79.

La Fuente S, et al. (2013). Salmonella paratyphi B and Salmonella litchfield outbreaks associated with pet turtle exposure in Spain. Enferm Infecc Microbiol Clin, 31 (1), 32-35 DOI: 10.1016/j.eimc.2012.05.013

2 Comments

  1. EN MI CASO mi sapita se baña día de por medio…Come solo comida para gatos y sus insectos…y vive dentro de la casa..no sale al patio…tiene su piletita a la que constantemente se le cambia el agua…Es muy Cariñosa…la tengo en brazos casi todos los días después de su Baño…y siempre le doy besos…ya tiene varios años conmigo y yo Súper sana …nunca más me orinó solo al principio porque se asustaba…Pero confirmé que su orín no hace nada de daño…y emana una leche para ablandar su piel…
    ya que cambia de piel cada tanto…y es antibiótico…lo que emana y jamás me ha hecho nada…ya que siempre estoy en contacto con ese liquido lechoso…Es más cuando me duele la cabeza la pongo arriba y absorbe todo el dolor…y me quedo relajada…La gente le juega al sapo porque le tienen miedo…miedo se qué…Son tan inofensivos y limpios si uno le guida…Lo que transmiten es Amor y no salmonella…

  2. En verdad en la redes he escuchado muy pocos comentarios como el tuyo, fue muy esclarecedor y casi una nota tierna. Se lo hice conocer a mis familiares, con quienes hace años lidio por este tema. Mi sapito ya me conoce, le encanta que lo acaricie, en especial la cabecita y el lomo. Cuando le acaricio la pancita, me toma el dedo con sus patitas delanteras (diría sus manitos).
    Lo tengo en mi patio.
    Por las noches mi perra me ladra con un sonido muy sutil, es porqué le está comiendo su comida balanceada.
    Cómo esto tengo una historia para contar.

Responder a Ana Bea Cancelar la respuesta

Your email address will not be published.

Anterior

Microbiología y periodismo: una relación simbiótica

Siguiente

Amamantar al bebe … y a sus microbios