El coli asesino que al final no estaba en el pepino: descubren por qué la cepa O104:H4 era tan virulenta.

Una simple bacteria, Escherichia coli O104:H4, y la incompetencia de algunos, ha causado una crisis millonaria en el sector de la horticultura española. Durante los meses de mayo y junio de 2011 ocurrió, principalmente en Alemania, un brote infeccioso mortal cuyo responsable fue la bacteria Escherichia coli. En concreto la cepa O104:H4 causó más de 800 casos (y cerca de 40 muertes) del Síndrome Urémico Hemolítico (una enfermedad que se caracteriza por insuficiencia renal, destrucción de glóbulos rojos, trombocitopenia y defectos de la coagulación), además de diarreas con sangre. Pero, ¿qué hace a esta cepa que sea especialmente tan virulenta y peligrosa?.

Microbiólogos alemanes ha publicado en The Lancet Infectious Diseases las características microbiológicas de Escherichia coli O104:H4. Para ello han analizado muestras de heces de 80 pacientes relacionados con dicho brote infeccioso, y mediante técnicas de amplificación génica y secuenciación han determinado el perfil de genes de virulencia y la susceptibilidad a los antibióticos de las cepas de E. coli aisladas.

Los resultados muestran que la cepa O104:H4 poseía una combinación de dos E. coli distintos:

Ø    un E. coli enterohemorrágico (EHEC), que produce la exotoxina Shiga (denominada así porque fue descrita por primera vez en la bacteria Shigella dysenteriae) y causa diarreas con sangre,

Ø    y otro E. coli enteroagregativo (EAEC), con capacidad de adherencia a las células epiteliales, juntándose así las peores características de dos patógenos diferentes.

Además, la cepa O104:H4 presentaba una importante resistencia a los antibióticos beta-lactámicos (como las penicilinas o las cefalosporinas) y una gran capacidad para adherirse a las células del organismo. De esta forma, coincidían en la misma cepa un cóctel de propiedades que la hacen especialmente peligrosa.

Los autores interpretan este resultado como que el aumento de la capacidad de adherencia al epitelio intestinal podría facilitar la absorción de la toxina Shiga que produce la bacteria, lo que podría explicar la mayor capacidad de esta cepa de producir el Síndrome Urémico Hemolítico. Este trabajo demuestra que la introducción en la población susceptible de determinadas cepas recombinantes más virulentas puede tener graves consecuencias en las personas infectadas.

A conclusiones similares han llegado otros investigadores mediante técnicas de secuenciación y comparación de genomas. El trabajo, publicado en The New England Journal of Medicine, incluye un muy interesante vídeo explicativo.

3 Comments

  1. Muy bonito, Nacho. Te incluyo en mis blogs favoritos que iré destcando en mi cuenta de Twitter (@josebengoechea).
    Abrazos

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