Los últimos datos en Navarra muestran que las infecciones de transmisión sexual (ITS) siguen en aumento. En lo que va de año, se han notificado unos 950 casos lo que supone cuatro casos al día. Aunque es un poco menos que en 2023, es el doble de lo que se diagnosticaba antes de la pandemia. La situación en Navarra es similar al resto de España, pero Navarra es una de las comunidades autónomas con mayor número de casos por habitantes. El 65% de los casos diagnosticados corresponden a infecciones por Clamidia, el 25% gonorrea y el 7% sífilis. El resto otros patógenos como VIH, herpes, papiloma, hepatitis B, viruela del mono, candidiasis… Hay hasta más de 20 patógenos diferentes que se transmite por vía sexual.
Clamidia, gonorrea y sífilis
Estas tres ITS están causadas por bacterias Gram negativas y, aunque de momento no existen vacunas contra ellas, se pueden tratar con antibióticos: Chlamydia trachomatis, Neisseria gonorrhoeae y Treponema pallidum.
En un 25% aproximadamente de los casos son infecciones sin síntomas, no te enteras que estás infectado, pero puedes transmitir la enfermedad. Son los portadores asintomáticos, que complican el control de las enfermedades y facilitan su propagación. Se transmiten por sexo vaginal, oral y anal, y de madre a hijo durante el parto vaginal. Los síntomas suelen ser ardor al orinar, secreciones y flujo, inflamación y dolor testicular o pélvico y al mantener relaciones sexuales. Si no se tratan pueden complicarse con uretritis, aborto infeccioso, infecciones congénitas, infertilidad e incluso enfermedades crónicas y más graves. Estas infecciones pueden ser recurrentes: el haber pasado una de ellas no te protege y te puedes volver a reinfectar. Además, son frecuentes las infecciones múltiples, puedes estar infectado por varios de estos patógenos al mismo tiempo, lo que complica la enfermedad. Afectan a personas de todas las edades, pero es más común en jóvenes sexualmente activos (15-30 años).
Clamidia es una de las ITS bacterianas más comunes en todo el mundo y, si no se trata, puede provocar complicaciones significativas, especialmente en mujeres. Es una bacteria intracelular obligada de la que existen varios tipos (serotipos) que pueden causar desde tracoma (una infección ocular crónica y principal causa de ceguera), infecciones urogenitales y conjuntivitis neonatal hasta linfogranuloma venéreo.
La gonorrea es también una de las ITS más frecuentes a nivel mundial. En mujeres es más frecuente que pase desapercibida sin síntomas; en hombres, como causar dolor, el diagnóstico es más sencillo. Desde hace años, representa un problema de salud pública debido al aumento de cepas resistentes a múltiples antibióticos. Por ello, existe un sistema de vigilancia global de cepas multirresistentes denominado Gonococcal Antimicrobial Surveillance Program (GASP).
Ya es hora de que suene la alarma: la amenaza de infecciones de gonorrea sin tratamiento
La sífilis en una “vieja conocida”: en Francia le llamaban “el mal español” y en España “el mal francés. Está causa por la bacteria espiroqueta Treponema pallidum. Sin tratamiento, puede causar complicaciones graves y afectar a múltiples órganos. Es más frecuente en hombres que tienen sexo con hombres, trabajadoras/es sexuales y personas con múltiples parejas sexuales. La coinfección con VIH es común, y este virus puede alterar su progresión clínica. Tiene cuatro etapas, cada una con manifestaciones características. En la sífilis primaria la lesión inicial se denomina chancro y es una úlcera no dolorosa en la piel en la zona de contacto que se cura espontáneamente. Si no hay tratamiento, al cabo de unas semanas o meses se manifiesta la sífilis secundaria que se caracteriza por síntomas gripales, exantemas y lesiones verrugosas. Se puede curar también espontáneamente en semanas o meses, con posibilidad de recaídas. Si no hay tratamiento, la sífilis puede quedar latente durante años y puede progresar a una sífilis terciaria con graves problemas: insuficiencia cardiaca, neurosífilis, parálisis general progresiva, demencia e incluso la muerte.
El ABC de la prevención
Para evitar una infección que se transmite por vía sexual la primera opción sería evitar las relaciones sexuales. Aunque esto es evidente, mensajes como “retrasa tus relaciones sexuales” o “piensa antes con quién quieres mantener relaciones sexuales” son necesarios sobre todo para la gente más joven. Se trata de promover la responsabilidad y el respeto mutuo.
Además, se debe recordar que, si tú no estás infectado, tu pareja no está infectada y solo mantenéis relaciones sexuales entre vosotros, no hay posibilidad de que te infectes por un microorganismo que se transmite por vía sexual. También es evidente, pero no por eso no debe dejar de decirse.
Si quieres mantener relaciones sexuales con varias parejas, usa el preservativo, pero recuerda que cuentas más parejas más posibilidades tendrás de contraer una ITS. Además, las prácticas de sexo con desconocidos en fiestas o lugares donde se mezclan las drogas y el alcohol son de muy alto riesgo. El preservativo reduce, pero no protege 100%, hay algunas ITS como el herpes genital, el papilomavirus o la viruela del mono, por ejemplo, que se trasmiten por contacto piel con piel y el preservativo no evita la infección en un 100%.
Diagnóstico precoz y tratamiento.
El diagnóstico precoz es fundamental para poder empezar el tratamiento con antibióticos cuanto antes. Es muy importante acudir al médico al menor síntoma o sospecha de estar infectado. Es necesario avisar también a la pareja y a todos los contactos sexuales de los últimos 60 días para ser evaluados y tratados y evitar reinfecciones. Hay que abstenerse de relaciones sexuales hasta completar el tratamiento.
El ABC de la prevención, un plan para cada uno, tú eliges. Pero cuánto antes se diagnostique y antes se comience el tratamiento mejor, se evitan consecuencias que pueden ser graves y se evitará la extensión de estas enfermedades.
Se mantiene la tendencia creciente de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) en España en 2023