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A(H3N2) K ya está aquí: ¿qué podemos esperar de la gripe de esta temporada?

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Se adelanta unas semanas con un nuevo tipo de virus, el A(H3N2) K

Cada invierno, los virus respiratorios, especialmente la gripe, el SARS-CoV-2 y el Virus Respiratorio Sincitial, presionan el sistema sanitario no solo en nuestro país sino en toda Europa. En una temporada típica, la gripe causa hasta 50 millones de casos sintomáticos y entre 15 000 y 70 000 muertes anuales en Europa. Todos los grupos de edad se ven afectados, aunque los niños presentan tasas más altas de enfermedad y suelen ser los primeros en enfermar y transmitir la enfermedad en sus hogares, lo que impulsa la transmisión en el resto de la población. Se estima que hasta el 20% de la población contrae la gripe cada año.

Los virus de la gripe que normalmente infectan a los humanos pertenecen principalmente a dos tipos: gripe A (la más variable y responsable de la mayoría de las epidemias estacionales y de todas las pandemias de gripe conocidas) y la gripe B (que circula casi exclusivamente en humanos). De la gripe A hay muchos subtipos diferentes según se combinen sus proteínas de la hemaglutinina (H) y la neuraminidasa (N), pero los subtipos que circulan actualmente en humanos son el H1N1 (incluyendo la variante pandémica de 2009, que ahora es estacional) y el H3N2. Estos subtipos pueden variar cada temporada debido a pequeñas mutaciones o deriva antigénica. De la gripe B hay dos linajes: B/Victoria y B/Yamagata (este último prácticamente no se ha detectado desde 2020).

Por eso las vacunas se preparan cada año con una combinación de tres (o cuatro) de los virus que circularon el año anterior.

COMPOSICIÓN DE LAS VACUNAS ANTIGRIPALES PARA EL HEMISFERIO NORTE 2025-2026 (OMS)

¿Qué está pasando este año?

La temporada de gripe se está adelantando unas cuantas semanas, en comparación con años anteriores. Por ejemplo, en Japón comenzó un número inusual de casos desde el mes de octubre.

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En la Unión Europea también la gripe está aumentando de forma inusualmente temprana. En España ya se ha superado el umbral de epidemia de gripe, unas semanas antes de lo esperado.

 

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Otra de las peculiaridades de esta temporada es que se detecta un claro predominio del virus de la gripe A(H3N2), de una clase concreta, la K. Aunque el virus A(H1N1) predominó en la temporada de gripe de este año en el hemisferio sur y la clase K de A(H3N2) despegó solo al final, acabó siendo predominante en Reino Unido y en Japón: cerca del 90% de las muestras de gripe en estos países ya son A(H3N2) clase K. La misma tendencia parece que está ocurriendo en Estados Unidos y en Canadá. Este grupo K de A(H3N2) (anteriormente denominado J.2.4.1) se ha detectado ya en todos los continentes y representa un tercio de todos los virus A(H3N2) analizados entre mayo y noviembre de 2025 a nivel mundial, y casi la mitad en la Unión Europea.

A(H3N2) K: diferente pero no más virulento

Los cambios genéticos en la clase K del virus A(H3N2) no provienen de una recombinación o mezcla de virus y no suponen un gran cambio de tipo de virus. En realidad, es el mismo A(H3N2) que ha estado circulando en la población humana desde 1968, pero con algunas mutaciones en sus genes. Cada temporada, el virus de la gripe evoluciona (muta) para escapar de nuestra inmunidad, y algunas temporadas tiene más éxito que otras. No parece que las mutaciones en esta nueva clase K afecten a la eficacia de los medicamentos antivirales, ni que estén asociadas con una mayor virulencia del virus o gravedad de la enfermedad.

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De hecho, los países de Asia oriental que ahora comunican un descenso de las epidemias de A(H3N2) K no han experimentado una gravedad inusualmente alta de la enfermedad. Además, los análisis sugieren que las cepas de la clase K de A(H3N2) que circulan en estos países no difieren de las que ahora están presentes en la Unión Europea. La buena noticia, por tanto, es que A(H3N2) K no parece que sea más virulento o que cause una enfermedad más grave.

Pero, ¿habrá más casos?

A(H3N2) no ha sido el virus de la gripe dominante en las últimas temporadas, lo más frecuente es el A(H1N1). Esto podría llevar a una menor inmunidad en la población por no haber tenido una exposición a este virus recientemente. Además, las temporadas dominadas por A(H3N2) suelen ser más fuertes, con menor eficacia de la vacuna y con enfermedades más graves en adultos mayores que en temporadas dominadas por A(H1N1).

La vacuna, ¿protege?

Para crear las vacunas contra la gripe, los científicos utilizan datos del año anterior para predecir qué cepas del virus podrían ser más dominantes en el siguiente. La vacuna de este año fue diseñada para proteger contra dos subtipos de A(H1N1), gripe B y una clase de A(H3N2), anterior a esta nueva clase K. Algunos análisis muestran una divergencia de la nueva clase K con respecto a la cepa vacunal de A(H3N2), aunque los datos sobre la efectividad vacunal en el mundo real son actualmente limitados. Si la eficacia de la vacuna se reduce, sí que se pueden esperar más casos de gripe. Esta temporada la vigilancia es crucial para determinar cuánta protección están ofreciendo las vacunas.

Sin embargo, aunque un virus A(H3N2) menos emparejado con la vacuna llegue a predominar este invierno, se espera que la vacuna siga proporcionando protección contra la enfermedad grave, por lo que continúa siendo una herramienta fundamental de salud pública.

En este momento, se considera que el riesgo para la población general es moderado, pero puede ser más alto para las personas con mayor riesgo de enfermedad grave (mayores de 65 años, con otras enfermedades, embarazadas o inmunodeprimidas, principalmente).

Por lo tanto, aunque la nueva clase K del virus A(H3N2) no parezca ser más virulenta, el hecho de que la temporada de gripe se haya adelantado unas semanas y que la cepa más frecuente esté siendo A(H3N2), hace prever una temporada un poco más complicada, con un mayor número de hospitalizaciones y una mayor presión sobre los servicios sanitarios, no porque A(H3N2) K sea más virulento sino porque haya más casos.

Recomendación: vacunación sin demora

Incluso en temporadas en las que la eficacia de la vacuna es menor, la vacuna aún ofrece algo de protección y es lo mejor que se puede hacer para reducir el riesgo de enfermedad grave.

Por todo ello, se recomienda la vacunación de todas aquellas personas con indicación de vacunación. Además, como este año la epidemia se ha adelantado y una vez vacunado se tardan unas semanas en que se active completamente las defensas contra el virus, se recomienda la vacunación sin demora. Además, se recomienda insistir en el lavado de manos y el uso de mascarilla si se sospecha que uno está infectado para evitar el contagio de los más vulnerables.


Una versión de este artículo fue publicado el 25/11/2025 en The Conversation.


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