Los hospitales: un inmenso planeta de microbios

 ¿Por qué ocurren infecciones hospitalarias por bacterias 

resistentes a
los antibióticos?

Según datos del ECDC, cada año más de 4 millones de
pacientes pillan una infección hospitalaria en la Unión Europea. El número de muertos que ocurren como
consecuencia directa de estas infecciones se estiman en unos 37.000
, pero
además estas infecciones pueden contribuir con otras 110.000 muertes más cada
año. En España, seis de cada 100 enfermos que ingresan en un centro
hospitalario salen con una infección que no tenían cuando entraron. La mayoría
son infecciones urinarias o respiratorias, pero también pueden ser infecciones
después de una operación, infecciones sanguíneas o incluso diarreas severas, y
muchas están causadas por bacterias resistentes a los antibióticos. Se calcula
que entre el 20-30% de estas infecciones hospitalarias puede prevenirse mediante
programas de control y de higiene intensiva.

¿Por qué ocurren estas infecciones hospitalarias muchas de
ellas por bacterias resistentes a los antibióticos? Se podría pensar que la
razón es una mala práctica médica, negligencia de los profesionales
biosanitarios o incluso suciedad del hospital. No podemos descartar esas
razones y todo centro hospitalario deber tener unas estrictas medidas de
higiene y limpieza y una política concreta de uso de antibióticos.

A pesar de la idea que tenemos de que un hospital es un lugar aséptico,
la cantidad de microbios que puede albergar es impresionante

Recientemente, un grupo de investigadores han estudiado cómo los microorganismos colonizan y se
mueven por el ambiente de un hospital
(1). Para ello, han analizado la
diversidad bacteriana asociada a pacientes, personal sanitario y superficies en
un hospital de nueva construcción de la Universidad de Chicago. La toma de
muestras comenzó 2 meses antes de que se inaugurara el hospital y continuó
durante todo un año. Se tomaron un total de 6.523 muestras de 10 habitaciones y
dos controles de enfermas en dos plantas del hospital. Una de las habitaciones
se muestreo diariamente, mientras que en los otros lugares la toma de muestras
fue semanal. Todos las habitaciones se limpiaban de forma exhaustiva
diariamente con lejía. Se tomaron muestras de 24 sitios distintos: varias
partes de la piel de los pacientes y personal sanitario (nariz, axila, manos),
y de la superficie de manillas de las puertas, teléfonos móviles, grifos, borde
de la cama, buscapersonas de los médicos, guantes, mostrador del control de
enfermeras, reposabrazos de las sillas, ratón del ordenador, suelos, filtros de
aire, zapatos del personal, dobladillo de la camisa, etc. Como ves (casi) nada
quedó fuera del alcance de los microbiólogos.

Los resultados fueron muy curiosos, … pero bastante lógicos
para un microbiólogo. Por ejemplo, comprobaron que las bacterias dominantes cambiaron nada más inaugurar el hospital.
Mientras que antes de abrir el centro las bacterias dominantes en el suelo y
las superficies eran Acinetobacter y Pseudomonas, tan pronto como se abrió el hospital aumentó la abundancia
relativa de bacterias asociadas a la piel humana, como Corynebacterium, Staphylococcus y Streptococcus.

Cambios en la
abundancia relativa de cinco géneros bacterianos antes y después de la
inauguración del hospital (1).

Vieron que al ingresar, el paciente adquiere un aluvión de
bacterias presentes en el suelo y paredes de la habitación, pero con el tiempo es la microbiota del paciente
la que predomina en la habitación
: se invierte el proceso y son las
bacterias del paciente las que colonizan la habitación. El ambiente de la
habitación también influye y una temperatura más alta y mayor iluminación se
asocian con una mayor diferencia entre las bacterias del paciente y su habitación.
Por el contrario, una humedad relativa más alta contribuye a que las
microbiotas del paciente y de la superficie de la habitación sean más
similares. La composición de bacterias de la piel del paciente y de las
superficies de su habitación eran más similares conforme el tiempo de ingreso
era mayor, más tiempo ingresado en la
habitación, más se parece la composición de bacterias de la piel del enfermo y
de su habitación
.

La menor diversidad bacteriana se encontró en las muestras
de piel de pacientes y enfermeras, mientras que las muestras que interaccionan
con el exterior como los  zapatos, los
suelos y el aire fueron las más diversas. A diferencia de lo que ocurre con las
muestras de pacientes, las bacterias de las manos del personal sanitario fue
similar a las de las superficies, muy probablemente porque ellos se mueven por
todo el hospital, mientras que el paciente suele estar “quieto parado” en su
habitación.

Diversidad de
bacterias en distintos tipos de muestras. La mayor diversidad microbiana se encontró
en los zapatos, el suelo, el aire y el ratón del ordenador (1).

Las bacterias de las manos de los paciente se parecía más a
las obtenidas en el borde de su cama, mientras que las del personal sanitario
eran parecidas a la de sus teléfonos móviles y buscapersonas. Curiosamente, la microbiota de la piel del personal
sanitario se parece más entre si en los meses de verano y principio de otoño
que en invierno
. Quizá en invierno, como hace más frío, vamos más
“tapadicos”, nos “rozamos” menos e intercambiamos menos bacterias.  

En este estudio también han analizado la frecuencia de genes
de resistencia a los antibióticos entre las bacterias. En general, han
descubierto mayor cantidad de este tipo de genes en las bacterias de las
superficies y menor en las de la piel de los pacientes, con la excepción de los genes de resistencia al antibiótico
tetraciclina que eran más abundante en las bacterias de la piel
. De los 252
pacientes que participaron en este estudio 20 adquirieron una infección
hospitalaria, pero no necesariamente por bacterias del propio hospital, sino de
bacterias que ya llevan en su interior antes del ingreso.

Hay que tener en cuenta además que un hospital es uno de los entornos más propicios para que ocurran
infecciones por bacterias
resistentes a los antibióticos, que pueden llegar
a ser mortales. Te lo explico en cinco ideas:

– la práctica médica
es agresiva.
Colocar un catéter, introducir una sonda, un respirador,
intubar a un enfermo o abrirle las tripas en una operación suponen una grave
agresión y ruptura de la primera barrera que tenemos contra la infección, la
piel. La piel es una barrera muy efectiva para evitar la entrada de patógenos y
al pincharnos o entubarnos permitimos la entrada de microbios y potenciales
patógenos.

– los enfermos tiene
las defensas disminuidas.
En un hospital hay enfermos y en general los
enfermos suelen tener las defensas comprometidas. Otra infección o enfermedad o
el mismo tratamiento suele llevar consigo una disminución de nuestro sistema
inmune. Además, muchos de los pacientes pueden ser niños o personas ya mayores,
con problemas inmunitarios.

– en un hospital se
utilizan muchos antibióticos.
Como hay gente enferma y con infecciones, el uso
de antibióticos es una práctica común en un hospital. Y eso favorece la
proliferación de las bacterias resistentes a los antibióticos que puede haber
en el entorno. Por eso, los hospitales suelen tener su propia “política” de
administración de antibióticos, para disminuir la aparición de resistencias. Por
cierto, te recomiendo que visites la campaña
de concienciación sobre el uso correcto de los antibióticos que hizo el
Hospital La Paz
de Madrid, con unasimágenes super chulas.

– las bacterias están
en todas partes.
Una de las conclusiones del trabajo anterior es que aunque
no hay un patrón universal sobre cómo se mueven las bacterias por un hospital,
los resultados sugieren que el personal
sanitario es una fuente muy importante de las bacterias que nos encontramos en
la piel de los pacientes
. Además, el propio paciente es portador de
bacterias, pero también el personal médico, enfermeras, celadores, personal de
limpieza, las visitas, las personas con las que compartes la habitación, … en
todos sitios hay bacterias, algunas muy resistente en el ambiente. Algunos han
estimado que en tus manos puede haber más de 100 especies de bacterias
distintas.

Esta es la mano de Olivia de dos añitos: colonias de bacterias
obtenidas de la superficie de la mano.

– las bacterias son muy
promiscuas
e intercambian genes entre ellas. Las bacterias, que están en
todas partes y son muy numerosas, pueden intercambiar genes de virulencia y de
resistencia a los antibióticos entre ellas, de forma que en un ambiente dónde
hay antibióticos proliferan aquellas que llevan los genes de resistencia.

Mediante distintos mecanismos (conjugación, transformación,
transducción mediada por virus) las bacterias puede intercambiar su información
genética.

Por todo ello, podríamos decir que es casi imposible evitar estos casos de muertes hospitalarias por
infecciones accidentales por bacterias resistentes a los antibióticos. Fíjate
que cómo hemos dicho más arriba la ECDC estima que solo entre el 20-30% de estas infecciones podrían prevenirse mediante
programas de control y de higiene intensiva.

Pero lo que sí podemos hacer es minimizar el problema. Y eso también está en tus manos, nunca mejor
dicho. Te habrás fijando que en las puertas de las habitaciones de los
hospitales suele haber unos botes con un gel para las manos. Se trata de una
solución alcohólica bactericida, que mata las bacterias, y reduce la “carga”
bacteriana de tus manos. Es muy recomendable (debería ser obligatorio) que cuando vayas a visitar a un enfermo o
persona hospitalizada, antes de entrar, te laves bien las manos
con esa
solución, porque de esa forma podemos minimizar la proliferación de bacterias
potencialmente peligrosas.

Si eres médico, enfermera o personal sanitario, no te olvides de lavarte las manos antes de entrar en la habitación

Algo tan sencillo como lavarte las manos, … puede salvar una vida

Aquí te dejo con uno de los vídeos de #microBIOscope: 

(1) Bacterial colonization and
succession in a newly opened hospital. Simon, L., y col. (2017). Science
Translational Medicine. 9(391): eaah6500 
DOI: 10.1126/scitranslmed.aah6500

3 Comments

  1. Parafraseando a Ciruelillo en la Roca: "Muy buen post. Gracias".
    Por añadir algo:
    – ¿Qué ocurriría si se hiciese el estudio en, por ejemplo, un vagón del metro?
    – Aquello de "dos que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma opnión" ¿tendrá algo que ver con compartir y unificar la propia microbiota?
    Y, por poner un pero: no soy cliente hospitalario asíduo, sólo una vez "en pensión completa" en más de 50 años y de visita lo menos posible, pero, que yo recuerde, los "botes con un gel para las manos" llevan un cartelito de "para uso exclusivo del personal", lo que, por otra parte, tampoco es excusa: probablemente a los enfermos le vendría mejor que nos desinfectemos las manos en vez de llevarles flores.
    Gracias de nuevo.

    • Gracias Miguel por tu comentario. Hay estudios muy interesantes que demuestran cómo compartimos la microbiota con nuestros familiares, incluso con nuestras mascotas. Pero lo contaré en otra ocasión. Y en el metro, repleto de microbios, pero a diferencia de los hospitales, en el vagón del metro no hay gente enferma. 😉

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