Doble golpe al bioterrorismo: nueva vacuna más eficaz frente a dos microorganismos utilizados en guerra bacteriológica

El empleo de microorganismos en programas militares para el desarrollo de armas biológicas es una realidad desde hace ya mucho tiempo. Estos programas emplean bacterias y virus altamente patógenos, de fácil transmisión por vía aérea, que causen una alta mortalidad y a los que la población sea muy susceptible. Desde los ataques terroristas de septiembre de 2001, existe cierto temor al empleo de este tipo de agentes en acciones de bioterrorismo. La revista PNAS acaba de publicar la creación de una nueva vacuna doble capaz de proteger eficazmente frente a la viruela y al ántrax, dos de los agentes más importantes en los programas de guerra biológica.

La viruela está causa por un virus, se transmite muy fácilmente y alcanza una mortalidad de hasta el 30% en personas susceptibles. Es la única enfermedad infecciosa erradicada del planeta: gracias al empleo masivo de una vacuna viva atenuada derivada del virus de la viruela del ganado, el último caso humano se registró en 1977. Por ello, las campañas de vacunación contra la viruela cesaron ya hace más de 30 años. Actualmente, una exposición al virus tendría consecuencias terribles para la población general. El ántrax (más conocido como carbunco en español) está causado por la bacteria Bacillus anthracis y provoca lesiones cutáneas, gastrointestinales y respiratorias, con una mortalidad que puede llegar hasta el 70%. Basándose en la vacuna actual contra la viruela, los investigadores han desarrollado una nueva vacuna a la que le han integrado un gen humano y otro gen de la bacteria, que estimulan la respuesta inmune frente a estos microorganismos. Esta nueva vacuna, llamada “Wyeth/IL-15/PA”, proporciona una buena protección frente al ántrax inhalado en ratones y conejos de experimentación, mayor incluso que otras vacunas ya comercializadas. Además de ser más inmunogénica, la nueva vacuna tiene menor virulencia residual y es genéticamente más estable. Otra característica importante es que su eficacia no se ve alterada por la liofilización, lo que supone una enorme ventaja logística (de transporte, almacenamiento y distribución) en caso de un posible ataque.

Los autores proponen que esta vacuna puede proporcionar protección sencilla y rápida frente a dos de los patógenos más mortíferos, y sugieren incluirla entre los protocolos de defensa nacional ante posibles ataques bioterroristas.

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