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Diez mitos sobre las vacunas

Estos días conviene recordar algunos de los

 mitos falsos sobre las
vacunas

1. La infección natural
es mejor que la vacunación: FALSO

Aunque la protección natural que generan algunas
enfermedades puede durar toda la vida, la infección natural conlleva mucho más
riesgo para la salud que la vacunación. Algunas infecciones pueden llegar a ser
mortales, o predisponer para otras infecciones secundarias más graves. Por
ejemplo, la varicela puede favorecer una superinfección posterior por Streptococcus, Haemophilus influenzae tipo
b (Hib) puede causar retraso mental, la rubéola provoca defectos congénitos, el
virus de la hepatitis B puede causar cáncer del hígado y el sarampión la
muerte.

2. Las vacunas no son necesarias, las mejores condiciones
higiénicas y de alimentación harán desaparecer las enfermedades: FALSO

Las enfermedades contra las que podemos vacunar volverían a
aparecer si se interrumpieran los programas de vacunación. Aunque la mejor higiene,
el lavado de las manos, el agua potable y una sana alimentación contribuyen a
protegernos contra las enfermedades infecciosas, muchas infecciones se pueden
propagar independientemente de la higiene que mantengamos. Si no hubiera
vacunas muchas enfermedades infecciosas que se han reducido hasta un 90% reaparecerían
rápidamente.

3. Las enfermedades prevenibles mediante vacunación están
casi erradicadas en mi país, por lo tanto no hay motivos para que me vacune:
FALSO

Es verdad que actualmente
muchas de
las enfermedades prevenibles mediante vacunación son poco
comunes en muchos países, pero los agentes infecciosos que las provocan siguen
circulando en algunas partes del mundo. Los patógenos no conocen fronteras y no
saben si están en Cataluña, La Rioja o Andalucía. En un mundo globalizado, esos
agentes pueden atravesar las fronteras geográficas e infectar a cualquier
persona que no esté protegida. Hay dos motivos fundamentales para vacunarse: protegernos
a nosotros mismos y proteger a quienes nos rodean. Gracias al efecto “rebaño”,
vacunándonos nosotros interrumpimos la cadena de transmisión del patógeno y
protegemos a los más débiles que no podemos vacunas, los niños, los enfermos y
los ancianos. La vacunación es una muestra de solidaridad con los más débiles.
Las vacunas evitan las epidemias.

4. La vacuna
sarampión/paperas/rubéola (SPR) causa autismo: FALSO

El artículo de 1998 que relacionó esta vacuna con el autismo
solo incluyó 12 casos y nunca se han podido confirmar esos datos. De hecho, se
demostró que los datos de la publicación habían sido sesgados, y la revista tomó
la decisión de retirar y retractarse de lo publicado. Se han evaluado y
revisado más de 20.000 artículos relacionados con esta vacuna y más de 14
millones de casos de niños vacunados y no hay ningún indicio de que esta vacuna
tenga alguna relación con el autismo.

5. El timerosal de
las vacunas causa autismo: FALSO

El timerosal es el etilmercurio, un derivado del mercurio de
muy baja toxicidad que ha sido empleado como conservante en algunas vacunas
desde los años 30, para prevenir el crecimiento de microorganismos que las
puedan contaminar. No es lo mismo que el metilmercurio. La baja toxicidad del
timerosal se puso en evidencia tras su utilización como sustancia para el
tratamiento de la meningitis durante una fuerte epidemia ocurrida en EE.UU. en
1929, cuando todavía no había antibióticos. El timerosal no funcionó como
método curativo de la meningitis, pero ya entonces quedó clara su inocuidad en
dosis 10.000 veces superior a la que contenían las vacunas. Múltiples estudios
epidemiológicos han demostrado que no hay ninguna asociación entre el timerosal
y el autismo u otros trastornos neurológicos. A pesar de las pruebas
científicas, el debate público en torno al timerosal, ha promocionado el uso de
vacunas sin timerosal. Hoy, solo algunas vacunas contra la gripe emplean
timerosal.

6. El aluminio de las
vacunas es peligroso: FALSO

El
aluminio se emplea como adyuvante en muchas vacunas para mejorar las respuesta
inmune. Sin embargo, la cantidad de aluminio en las vacunas es mínima comparada
con la cantidad que encontramos en otros productos de consumo diario: un bebe está
expuesto a más aluminio en la leche materna o de biberón que con las vacunas. Una
dosis normal de antiácidos puede contener 1.000 veces más aluminio que una
vacuna. Además, la mayor parte del aluminio que ingresa en el organismo es
eliminado rápidamente. Aproximadamente la mitad se elimina por la orina o la
bilis en menos de 24 horas y más de tres cuartas partes se elimina en menos de
dos semanas.

7. El actual calendario vacunal no es sano:
FALSO

El
calendario vacunal se diseña para proteger a los niños contra las enfermedades
infecciosas a las que son más vulnerables. Retrasar las vacunas aumenta el
tiempo en el que el niño está expuesto a los patógenos y es susceptible de
enfermar. Recibir las vacunas a tiempo no afecta el desarrollo neuronal de los
niños y no aumenta la posibilidad de desarrollar autismo, ni tiene que ver con
el síndrome de muerte súbita del lactante.

8. Recibir muchas vacunas al mismo tiempo
puede sobrecargar al sistema inmune: FALSO

La administración
simultánea de varias vacunas no conlleva ningún efecto secundario sobre el
sistema inmunitario del niño. La cantidad de antígeno que se administra en las
vacunas es mínima comparada con la que se encuentra un niño cada día. El
sistema inmune es tan sofisticado que podría responder a más de 10.000 vacunas
al mismo tiempo. Aunque el número de vacunas que recibe un niño ha aumentado en
los últimos años, las nuevas vacunas se diseñan de forma que la cantidad total
de antígeno ha disminuido.

9. Las vacunas son solo para los niños:
FALSO

Las
vacunas también están indicadas en la edad adulta. Para algunas enfermedades la
protección no dura toda la vida y debemos recibir una dosis de “recuerdo” para
volver a estimular nuestro sistema inmune. Otros patógenos nos pueden afectar
más y dar más complicaciones en la edad adulta como el virus de la gripe, el
tétanos, el herpes o la enfermedad neumocócica, que puede causar meningitis o
neumonía incluso mortal. Con la edad nuestras defensas también se debilitan y
si hay otra enfermedad previa, las vacunas pueden evitar complicaciones.

10. La vacuna de la gripe no funciona,
muchas personas vacunadas se agarran
una gripe: FALSO

Ninguna
vacuna es 100% efectiva, pues siempre hay un pequeño porcentaje de personas
vacunadas que, por razones individuales, no desarrollan inmunidad a pesar de la
vacunación. Sin embargo, ese porcentaje es menor del 15%. La vacuna de la gripe
no protege contra el catarro, y muchas personas confunde la gripe con el
catarro. Cada año pueden morir en el mundo más de 200.000 personas por
complicaciones asociadas a la gripe, y muchas de ellas se podrían evitar con la
vacuna.

Otras lecturas recomendadas:

Dudas sobre las vacunas: problemas y soluciones, en Cuaderno De Cultura Científica.

– ¿Cuáles son algunos de los mitos y los hechos sobre la vacunación?

Referencias:

(1) Promoting vaccine
confidence. Smith, M.J. (2015). Infect Dis Clin North Am. 29(4):759-69. doi:
10.1016/j.idc.2015.07.004.

(2) Las vacunas funcionan.
Ignacio López-Goñi y Oihana Iturbide. 2015. Phylicom ediciones, Valencia.
Colección Pequeñas Guías de Salud. ISBN: 978-84-943440-0-8.

2 Comments

  1. Hola, no me extraña que haya que recordar muchas de estas cosas pero también parece, a veces, que todas las vacunas son buenas y que se juega mucho con el miedo (sobre todo padres/hijos) en cosas que no funcionan o no funcionan mucho. Por ejemplo, respecto al punto 10, si la argumentación siguiente es cierta… http://www.actasanitaria.com/vacuna-contra-la-gripe-no-en-ningun-caso/ defender esa vacuna sería -en realidad- un argumento para los antivacunas.
    De cualquier forma, gran trabajo. Saludos!

    • Bueno en ese artículo parece que algunos datos los cogen con pinzas. Viene a decir que la vacuna no sirve para nada, pero la verdad es que se ha documentado que puede llegar a reducir un 50% las probabilidades de infectarse por el virus, y algunos infectados presentan síntomas más leves, así como una reduccion de la hospitalizacion.
      Comenta además que no está clara la importancia de los grupos de riesgo, a parte de pacientes muy enfermos inmunodeprimidos según explica, pero no tiene en cuenta parece la gente de edad avanzada, que tiene un sistema inmune más debil y son de hecho el grupo de riesgo principal y más importante (¡que no solo la gente infectada por el VIH esta inmunocomprometida!).
      Lo que quiero decir es que hay que coger esa opinión un poco con cautela, si bien, también es verdad que la vacuna contra la gripe no es 100% efectiva, ya que el virus muta a una velocidad elevada y existen por tanto muchos subtipos. La vacuna solo intenta cubrir los que se cree que seran los mayoritarios esa temporada, por lo que siempre tendrá un porcentaje de inefectividad.
      Saludos!!

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