Investigación con agentes biológicos de riesgo
El Centro de Investigación en Sanidad Animal en Bellaterra (Barcelona) tiene varios laboratorio de bioseguridad de nivel 2 y 3. ¿Cómo se investiga con agentes biológicos de riesgo y cómo son esos laboratorio?
La investigación con agentes biológicos implica la manipulación de microorganismos vivos que pueden ser inofensivos o potencialmente letales. El riesgo asociado a estos agentes varía ampliamente, y por ello se ha establecido una clasificación en cuatro niveles de contención biológica, que determinan el diseño de las instalaciones, las prácticas de laboratorio y el equipo de protección individual (EPI) necesario. La clasificación de los agentes biológicos en distintos niveles de riesgo está bastante estandarizada internacionalmente, pero los nombres exactos, criterios regulatorios y organismos que los regulan pueden variar según el país o la organización internacional.
En España, la manipulación de agentes biológicos y la evaluación de los riesgos relacionados con la exposición a los mismos está regulada por el Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo del Ministerio de Empleo y Seguridad Social elabora una Guía técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos, que incluye obligaciones tanto para los empresarios como para los empleados, y que, por tanto, todo investigador o investigadora que trabaje con agentes biológicos de riesgo debe conocer.
Los microorganismos se clasifican en cuatro grupos de riesgo según los siguientes factores:
- la virulencia del microorganismo,
- el modo en el que se trasmite y el tipo de hospedador que infecta,
- la disponibilidad de medidas preventivas efectivas (como vacunas),
- la disponibilidad de un tratamiento efectivo (antibióticos y otros quimioterápicos) y la resistencia a los mismos.
Clasificación de los agentes biológicos y niveles de bioseguridad o contención:

Es importante destacar que “Grupo de riesgo” y “Nivel de bioseguridad” no son sinónimos. El grupo de riesgo se refiere a las características intrínsecas del agente biológico (virulencia, transmisibilidad, disponibilidad de tratamiento…), mientras que nivel de bioseguridad se refiere a las medidas de contención necesarias para trabajar con ese agente. Aunque están relacionados, no son equivalentes. Por ejemplo, la bacteria Mycobacterium tuberculosis es un agente del Grupo de Riesgo 3, pero puede manipularse en laboratorio de nivel de seguridad BSL-2 si está inactivado (por ejemplo, para diagnóstico molecular sin cultivo).
Nivel de bioseguridad 1 (BSL-1)
Son agentes biológicos de bajo riesgo individual y comunitario, no están asociados con enfermedades en humanos, y el riesgo es muy bajo para el personal y el medio ambiente. Suelen ser organismos bien caracterizados, como cepas no patógenas habituales de laboratorio como Escherichia coli K-12, Lactobacillus, Rhizobium, o la levadura Saccharomyces cerevisiae. Las instalaciones necesarias para trabajar o manipular estos microorganismos son laboratorios estándar sin sistemas de contención especiales con lavamanos cerca de la entrada y superficies fáciles de desinfectar. Las precauciones del manipulador son básicas y comunes en cualquier laboratorio e incluyen el uso de bata de laboratorio, guantes y gafas si existe riesgo de salpicadura, lavado de manos antes y después de la manipulación, y prohibido comer, beber o aplicar cosméticos en la zona de trabajo.
Nivel de bioseguridad 2 (BSL-2)
Son agentes de riesgo moderado de causar una infección para el personal. Pueden causar enfermedades humanas para las que hay tratamiento. El riesgo de propagación a la comunidad es poco probable. Se transmiten por contacto directo con fluidos biológicos, aerosoles o materiales contaminados. Algunos ejemplos son Staphylococcus aureus, Streptococcus, Salmonella typhimurium, Neisseria, Listeria, y virus como Adenovirus, virus de la gripe, sarampión o herpes simplex. Los laboratorios deben tener, al menos, acceso restringido, cabinas de seguridad biológica y sistema de autoclave para descontaminación y eliminación segura de residuos biológicos. Es necesaria una formación obligatoria en prácticas de bioseguridad, el uso de guantes, bata de laboratorio y gafas.
Nivel de bioseguridad 3 (BSL-3)
Son agentes de alto riesgo individual, pero de bajo o moderado riesgo comunitario si se emplean condiciones de contención adecuadas. Pueden causar enfermedades graves o potencialmente mortales. Se transmiten fácilmente por vía aérea (gotículas o aerosoles), por lo que requieren un mayor nivel de contención para evitar una exposición accidental o fuga ambiental. Algunos ejemplos son Mycobacterium tuberculosis, Francisella tularensis, Coxiella burnetii (fiebre Q), Brucella, virus del Nilo Occidental y algunas cepas de coronavirus SARS y MERS, SARS-CoV-2. Es al que pertenece la peste porcina africana. Los laboratorios, de acceso extremadamente restringido a personal autorizado, deben estar dotados de instalaciones de contención con presión negativa y flujo de aire controlado, cabinas de seguridad biológica de uso obligatorio para todos los procedimientos, doble puerta con sistema de esclusa, filtros HEPA en entradas y salidas de aire, sistemas de autoclave interna, entre otras medidas. Las personas que trabajen en estas instalaciones deben tener una supervisión médica periódica. El uso de mascarillas y sistemas de protección es obligatorio y deben existir planes de emergencia en caso de exposición accidental o fallo estructural.
Nivel de bioseguridad 4 (BSL-4)
Son agentes de riesgo máximo, altamente infecciosos y letales, tanto a nivel individual como comunitario, para los que no hay vacunas ni tratamientos disponibles en muchos casos. Pueden originar brotes epidémicos o incluso pandemias si no se contienen. Algunos ejemplos son los virus Ébola, Marburgo, Lassa, Congo-Crimea, Nipah y Hendra, entre otros. Las instalaciones requieren edificios físicamente aislados del resto de instalaciones, con sistemas de presión negativa con múltiples niveles de contención, entrada por esclusas con ducha química y vestuario presurizado, todo el trabajo se realiza en cabinas de bioseguridad con trajes individuales aislados y presurizados de cuerpo completo y suministro autónomo de aire. Los manipuladores deben tener un entrenamiento especializado periódico, monitoreo biométrico y videovigilancia en tiempo real, así como una cuarentena post-exposición en caso de fallo de contención.
¿Te interesa conocer un laboratorio BSL4 por dentro? (vídeo 56:48)
El trabajo con agentes biológicos exige una cultura de seguridad muy rigurosa, donde la formación del personal, la supervisión continua, la evaluación de riesgos y el mantenimiento de las instalaciones son tan cruciales como las medidas físicas de contención. La clasificación por niveles de bioseguridad no solo protege al investigador, sino que actúa como una barrera fundamental frente a posibles eventos de fuga, transmisión cruzada o bioterrorismo.
El investigador debe conocer a qué grupo de riesgo pertenece el microorganismo con el que está trabajando. Se debe garantizar que tiene la formación adecuada y dispone de las instalaciones de bioseguridad del nivel correspondiente, registradas y autorizadas para poder trabajar con estos agentes biológicos. Las actividades que se realicen deben estar siempre autorizadas y supervisadas por el Comité de Ética y de Bioseguridad correspondiente.

